La religión japonesa es un rico tejido de tradición e sy religiones entrelazadas, cuyo desarrollo ininterrumpido lleva más de dos milenios. Algunas ramas son autóctonas y otras se han incorporado a través del intercambio cultural con otros pueblos. En general, el pueblo japonés, no elige entre distintas religiones, pero, al igual que en la tradición china, participa en diferentes celebraciones religiosas según la finalidad de las circunstancias. El énfasis se pone en lo sagrado de la naturaleza, el respeto por los antepasados en instituciones familiares sólidas, los ritos y las fiestas locales, la unidad de la religión y la nación japonesa son comunes a todo el pueblo de Japón.
El fundamento principal de la religión japonesa son las creencias y prácticas populares autóctonas, las enseñanzas del shintoismo, confucianismo, budismo y maoísmo, organizados, y algo de influencia cristiana.
El nombre shintoismo, proviene del chino "shen" (ser divino) y "tao" (camino), pero en japonés nativo se traduce como "kami michi" (o kannagara michi), es decir, "el camino que otorga el kami. El kami representa los poderes sagrados que se encuentran en todo el cosmos, a veces solamente en el carácter sagrado de un objeto, adorado en santuario o "jinja".
"No puedo entender el significado de la palabra kami. En el sentido general, se refiere a todos los seres divinos en la tierra o en el cielo que aparecen en los textos clásicos. En el sentido específico, el kami son los espíritus que moran y se veneran en santuarios. En principio, los seres humanos, los pájaros, los animales, las plantas, las montañas y los océanos pueden ser kami. En su uso antiguo, kami era cualquier cosa que fuera sublime o grandiosa, poco común o inspirara reverencia (...) El mal y las entidades misteriosas sin son extraordinarias, son kami" Motoori Noriega
Existe así una infinidad de kami (yaoyorozu kami) que significa "infinidad del kami", divididas en celestiales y terrenales. Los más importantes son los creadores Izanami e Izanagi, y la diosa del sol kami, Amaterasu. Los kami son esenciales para mediar con musubi, la potencia creativa del universo.
Para tratar con los kami, se requiere la participación de especialistas religiosos llamados chamanes y adivinos. El ritual correcto es más importante que la corrección de tipo doctrinaria. En las formas religiosas primitivas, cada clan o uji, tenía su propio protector kami o ujigami. Cuando el clan del emperador dominaba, se formaba un "clan" sagrado nacional del cual el emperador era la cabeza divina.
La contribución de China y Corea fue reforzar el status y el culto imperial. Y si bien no han existido movimientos misiones formales desde China, desde el siglo VI, los japoneses enviaban delegaciones con el objeto de aprender la organización política y social china. Así, el Japón incorporó dos nociones esenciales de la mentalidad china: que un buen ser humano (uno que exhibía el jen) viviría de acuerdo con las normas sociales que se habían hecho públicas en las ceremonias y en segundo lugar, se consideraba también que los emperadores habían recibido el mandato celestial para llevar la nación a un orden deseado y conveniente. Así, el emperador terminó siendo Hijo del Cielo y descendiente de la diosa del sol Amaterasu, en consecuencia, su mandato era divino.
Pero la influencia china no se limitó al culto imperial. El budismo chino también influyó notablemente en las religiones japonesas y desarrolló movimientos y escuelas como Shingon, Tierra Pura, Nichiren, Tendai y el Zen. Al igual que en China, el pueblo prefería adoptar diferentes religiones según el propósito social/cultural. Por ejemplo el shintoismo para nacimientos y bodas... y el budismo para el funeral. No obstante hubo intentos de instalar el shintoismo como religión estatal u oficial.